Estoy Aprendiendo/I’m Learning
“Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. Lávame más y más de mi maldad, Y límpiame de mi pecado.” – Salmos 51:1-2 (RVR)
El verano pasado, viajé a España. Y dondequiera que iba, decía, “¡Estoy aprendiendo!”
Cuando decía “cincuenta” en vez de “quince.” Cuando fui a la “derecha” en lugar de continuar “derecho.” Cuando necesité preguntarle a un desconocido, “¿Puede repetirlo, por favor?” una vez más.
Estoy aprendiendo.
Como el salmista, es mi manera de decir, “Ten piedad de mí.” Sé amable. Sé gentíl. No cuente mis errores. Pero sólo nota cómo lo intento.
Estoy aprendiendo todavía. (¡Eso tu sabes si estás leyendo mi español!)
En mi clase de español, cuando cometo un error y empiezo a disculparme, mi profesora me para. “Tranquilo, Vince,” me dice. “No puedes aprender si no fallas. Este es el lugar para cometer errores. Intenta otra vez.”
Cuando ella lo dice, me pregunto si el mismo podría ser cierto sobre la vida también. O qué cambiar si nosotros pensáramos en la vida de esta manera. Como si estuviéramos aprendiendo un nuevo idioma. Un idioma divino. La lengua del amor.
Y si Dios, en realidad fuera una profesora muy paciente. Quien entiende que no podemos aprender sin errores. Quien es amable. Quien es gentil. Quien nos dice, “Tranquilo. Este es el lugar para cometer errores. Intenta otra vez.”
Oración
Instrúyeme, Profesora, una vez más.
Have mercy on me, O God, according to your steadfast love; according to your abundant mercy blot out my transgressions. Wash me thoroughly from my iniquity, and cleanse me from my sin. – Psalm 51:1-2 (NRSV)
Last summer, I traveled to Spain. And everywhere I went, I said, “Estoy aprendiendo!” I’m learning!
When I said, “fifty” instead of “fifteen.” When I went “right” (derecha) instead of continuing “straight” (derecho). When I needed to ask a stranger, “Can you repeat that, please?” one more time.
“Estoy aprendiendo.” I’m learning.
Like the psalmist, it’s my way of saying, “Have mercy on me.” Be kind. Be gentle. Don’t count my mistakes. But just notice how I’m trying.
I’m still learning. (You know that if you’re reading my Spanish!)
In the class I take, when I make a mistake and start to apologize, my teacher stops me. “Calm down, Vince,” she tells me. “You can’t learn if you don’t fail. This is the place to make mistakes. Try again.”
When she says it, I wonder if the same could be true about life. Or what might change if we thought about life this way. As if we were learning a new language. A divine language. The language of love.
And if God is actually a very patient teacher. Who understands that we cannot learn without mistakes. Who is kind. Who is gentle. Who tells us, “Calm down. This is the place to make mistakes. Try again.”
Prayer
Instruct me, Teacher, one more time.
Vince Amlin is co-pastor of Bethany UCC, Chicago, and co-planter of Gilead Church Chicago, forming now.