UCC leaders: Keep Families Together!

Condemning the unconscionable assertion that migrant children should be separated from their parents because of ‘orderly and lawful processes that protect the weak and lawful,’ — a Biblical statement used to justify U.S. immigration policies — United Church of Christ National Leadership has issued this pastoral letter, urging the people of the denomination’s almost 5,000 congregations to take action now! First, by contacting their Congressional representatives, and then by providing funds to keep families together. Money to be used to support the people sleeping in the streets at the borders of this country, or those parents and children separated upon entry!

“Still, when God saw the trouble they were in and heard their cries for help,
God remembered God’s Covenant with them, and, immense with love, took them by the hand.
God poured out God’s mercy on them while their captors looked on, amazed.”
Psalm 106:44-47 (MSG)

Friends, once again we stand at the brink of a moral precipice in our society and the question before us is will we choose to act in covenant with God on behalf of God’s people or will we sacrifice our soul. The United Church of Christ has long been a supporter of migrant families seeking refuge within our borders from intolerable and unsafe living conditions in their homelands. As people of God committed to the sacredness of all creation and the sanctity of every life, we are compelled to heed the cries of families now being violently torn apart at our borders for political expediency and profitability. Such violent acts are unnecessarily punitive and place at risk the physical, emotional, psychological, spiritual, and developmental stability of hundreds of families who now find themselves separated, caged, and commodified in a strange land.

All of our sacred texts, no matter the faith, identify the disregard of the humanity of the vulnerable as sin.

And God hears the cries of God’s people. The plight of black and brown migrant families whose children are ripped from their care cannot be the policy of a civilized land. We’ve been here before. Our nation’s history bears witness to a legacy of lost love. We separated the children of Native people from their families. We separated the children of enslaved people from their families. We separated the children of Japanese people from their families. Many of these families were never made whole again. This legacy of white supremacist ideology is idolatrous and leaves an indelible mark of evil that can only be redeemed by a conscious act of spiritual repentance and repair.

We must resist the evil of dehumanization enacted upon the vulnerable among us. The United Church of Christ strongly condemns the dismantling of families, the criminalization of the quest for freedom, and the caging of those whose only crime is to seek shelter from harm. How we treat those who seek shelter in our midst is a direct reflection of how we treat God. We call upon our 5,000 member churches to write letters to your representatives in Congress as an act of worship this month. Refugee Justice Sunday is June 17, World Refugee Day is June 20. Remind Congress there is a law that supersedes partisanship and political bantering, and that is the sanctity of all people of God.

Faithfully yours,
The National Officers of the United Church of Christ

The Rev. John C. Dorhauer, General Minister and President
The Rev. Traci Blackmon, Executive Minister, Justice and Witness Ministries
The Rev. James Moos, Executive Minister, Wider Church Ministries

The Council of Conference Ministers of the United Church of Christ

Call on Congress to Keep Families Together! Use this link.
Donate, designating your gift to Keep Families Together here.
Learn more about UCC work at the border here.

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Líderes de UCC: ¡Mantenga a las familias unidas!

Condenar la afirmación desmesurada de que los niños migrantes deben separarse de sus padres/madres debido a un “procesos ordenados y legales que protegen a los débiles y legales — una declaración bíblica utilizada para justificar las políticas de inmigración de EE. UU. — El Liderazgo Nacional de la Iglesia Unida de Cristo ha emitido una Carta Pastoral, instando a las personas de las casi 5,000 congregaciones de la denominación a tomar medidas ahora! Primero, contactando a sus representantes en el Congreso, y luego proporcionando fondos para mantener unidas a las familias. Dinero para apoyar a las personas que duermen en las calles en las fronteras de este país, o aquellos padres/madres e hijos separados al ingresar.

“Sin embargo, El vio su angustia
Al escuchar su clamor,
Y se acordó de Su pacto por amor a ellos,
Y se arrepintió conforme a la grandeza de Su misericordia.
Los hizo también objeto de compasión
En presencia de todos los que los tenían cautivos.
Sálvanos, oh SEÑOR, Dios nuestro,
Y reúnenos de entre las naciones,
Para dar gracias a Tu santo nombre,
Y para gloriarnos en Tu alabanza”
Salmo 106:44-47 (NBLH)

La crisis de personas y familias migrándose que ha estado creciendo durante años en nuestras comunidades y en la frontera ahora con las pólizas de este gobierno, están ardiendo violentamente fuera de control. Estamos al borde de un precipicio moral en nuestra sociedad y la pregunta que tenemos ante nosotros es que elegiremos actuar en alianza con Dios en nombre del pueblo de Dios o si sacrificaremos nuestra alma. La Iglesia Unida de Cristo ha acompañado durante mucho tiempo a las familias que buscan refugio dentro de nuestras fronteras, de las condiciones de vida intolerables e inseguras en sus países de origen. Como personas de Dios comprometidas con lo sagrado de toda la creación y la santidad de cada vida, estamos obligados a escuchar los gritos de las familias ahora violentamente desgarradas en nuestras fronteras por conveniencia política y rentabilidad y exigir cambios inmediatos. Tales hechos violentos son innecesariamente punitivos y ponen en riesgo la estabilidad física, emocional, psicológica, espiritual y de desarrollo de cientos de familias que ahora se encuentran separadas, enjauladas y mercantilizadas en una tierra extraña.

Todo nuestro texto sagrado, sin importar la fe, identifica el desprecio de la humanidad de los vulnerables como el pecado.

Y Dios escucha los gritos del pueblo de Dios. La difícil situación de las familias de inmigrantes, hijos que son arrancados de sus cuidados no puede ser la política de una tierra civilizada. Hemos estado aquí antes. La historia de nuestra nación es testigo de un legado de amor perdido. Separamos a los hijos de los indígenas de sus familias. Separamos a los hijos de las personas esclavizadas de sus familias. Separamos a los hijos de japoneses de sus familias. Muchas de estas familias nunca volvieron a estar completas. Este legado de la ideología de la supremacía blanca es idólatra y deja una marca indeleble de maldad que solo puede ser redimida por un acto consciente de arrepentimiento y reparación espiritual.

Debemos resistir el mal de la deshumanización decretada sobre los vulnerables entre nosotros. La Iglesia de Cristo Unida condena el desmantelamiento de las familias, la criminalización de la búsqueda de la libertad y el enclaustramiento de quienes buscan refugio contra el daño. Cómo tratamos a quienes buscan refugio en medio de nosotros es un reflejo directo de cómo tratamos a Dios. Pedimos a nuestras 5,000 iglesias miembros que escriban cartas a los representantes de su estado en el Congreso como un acto de adoración este fin de semana. El domingo de Justicia de Refugiados es el 17 de junio, el Día Mundial de los Refugiados es el 20 de junio. Recuérdeles que hay una ley que reemplaza el partidismo y la política, y esa es la santidad de todo el pueblo de Dios.

Fielmente suyo,

Los oficiales nacionales de la Iglesia Unida de Cristo

El Rev. John C. Dorhauer, Ministro General y Presidente

La Reverenda Traci Blackmon, Ministra Ejecutiva, Ministerios de Justicia y Testimonio

El Rev. James Moos, Ministro ejecutivo, Ministerios de la Iglesia más amplia

El Consejo de Ministros de la Conferencia de la Iglesia Unida de Cristo

¡Llama al Congreso para mantener a las familias unidas!
Done para mantener a las familias unidas aquí.