Pentecostes 4–20 de junio
¿¡Cálmate y Sosiégate!? Que no cunda el pánico
Cuarto domingo después del Pentecostés
20 de junio del 2021
Lectura escogida San Marcos 4:35-41
INVOCACIÓN
Líder: ¡Jesús, tu presencia estuvo con nosotras(os) cuando hace 55 años la Iglesia Unida de Cristo se hizo lo que es hoy!
Congregación: ¡Has navegado las aguas de desesperación y esperanza que han inundado y acompañado nuestro trayecto!
Líder: Tu has sido la barca que ha viajado en las tempestades y las aguas mansas de nuestros destinos.
Todos(as): Te invocamos para que continúes tu presencia en nuestra experiencia de vida hoy.
TIEMPO DE CONFESIÓN
Líder: ¡Dios de ayer, Dios de hoy, Dios de siempre, te encontramos
apacible en la barca donde con tus discípulos experimentas tu infinidad!
Apacigua, calma las aguas infundadas de nuestros miedos y restituye tu
testimonio que plaga nuestras dudas.
SEGURIDAD DEL PERDÓN
Líder: Sácanos de la duda, de la incertidumbre de nuestro cotidiano vivir
Congregación: pues en ti las aguas de confusión son disipadas.
Líder: Escúchanos cuando te imploramos en nuestras horas mas oscuras.
Congregación: Nos congregamos a tu lado en la popa de la barca
que nos lleva a aguas mas calmadas.
Líder: Nos rescatas y confirmas tu testimonio
de tu presencia incondicional.
Todos(as): Damos fe de como te hemos recibido, y del potencial que aun tenemos para seguirte recibiendo en nuevas formas no importa el reto.
TIEMPO DE OFRENDAS
Líder: Dios continúa siendo el salvavidas que nos rescata
de nuestras propias dudas infundadas. Acércanos
a la orilla donde podamos re-embarcarnos en la
travesía que tu nos has planeado y de la que tanto
queremos huir para no naufragar. Nuestra ofrenda
es nuestra confianza y deseo de servirte humildemente,
por siempre…amén.
ORACIÓN DE DEDICACIÓN
Estamos aquí reunidos para ofrendarte nuestras dichas y retos.
Estamos aquí contigo navegando las aguas mansas del bien
y las tormentosas tratando de esquivarlas y a su vez aprender
de ellas. Estamos aquí con la confianza de tu compañía incondicional
que nos llevará al otro lado del charco (cualquiera que este sea) para ser tus discípulas(os) con el testimonio de tu presencia en los momentos de
mayor necesidad para ser fieles representante de tu ministerio siempre. Amén.
BENDICIÓN PASTORAL
Hermanas, Hermanos, amigas y amigos nos encontramos hoy en el medio de la travesía de nuestras vidas. Estas mismas traen renovación y reto para navegarlas exitosamente. Aprendamos a confiar en que no todo lo que es tempestuoso o calmado es para ser temido. No permitamos que el pánico cunda cuando mas necesitamos de nuestra fe y testimonios de Jesús para obtener paz y justicia para todas(os).
¿¡Cálmate y sosiégate!? Que no cunda el pánico fue escrito por la Reverenda Lizette Merchán Pinilla. Tulsa, Oklahoma.
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